viernes 14 de mayo de 2010
En la foto: D. Joaquín Ortiz Tardío, Mercedes Juliá de Agar y José Luis Jiménez García.
SOLEMNE SESIÓN EN LA ACADEMIA DE SAN DIONISIO DE CIENCIAS, ARTES Y LETRAS
Mercedes Juliá de Agar: “Juan Ramón Jiménez consagró en Zenobia Camprubí su
concepción de mujer ideal”
La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras celebró este
pasado miércoles una solemne sesión académica que bien pudiera definirse como un
asonante canto de amor a lo poéticamente femenino, a lo líricamente conyugal, a
lo inextirpablemente marital. Palabra y melancolía, praxis y luminotecnia
verbal. Algo así como una seducción biográfica de la mujer –nominal y asimismo
figurada- capaz de sustentar los jalones existenciales del gran poeta
enciclopédico e íntimo (colorista e introspectivo, crédulo y nostálgico) Juan
Ramón Jiménez. Sesión de ingreso como Académica Correspondiente de
Mercedes Juliá de Agar que al cabo adoptó la naturaleza de consultorio
rememorativo, de collage analítico, de retrato academicista según la férula y la
intervención de Zenobia Camprubí en la sucesión poética del autor de
Platero y yo. Presidió la sesión el presidente de la Academia de San
Dionisio Joaquín Ortiz Tardío, quien estuvo acompañado en la mesa
presidencial por la Secretaria General de la Real Academia de San Romualdo de
Ciencias, Letras y Artes Adelaida Bordés Benítez. Andrés Luis Cañadas
Machado, Secretario General de esta Docta Casa Jerezana, dio lectura pública
a la certificación del nombramiento de Mercedes Juliá de Agar como Académica
Correspondiente a tenor de la estatutaria aprobación a tales efectos por la
Junta de Gobierno.
El Académico Numerario José Luis Jiménez García tuvo a su cargo la
preceptiva presentación curricular de la nueva Académica Correspondiente: “En la
prestigiosa Universidad de Chicago estudió Filosofía, y más tarde Lengua y
Literatura Románicas, donde tuvo como profesores y mentores a los distinguidos
Charles Wegener y Ricardo Gullón. Desde 1987 imparte su docencia
en Universidad de Villanova, en Pennsilvanya, Estados Unidos, institución
docente gestionada por los agustinos, y donde en la actualidad es catedrática de
Literatura Española y jefa del Departamento de Lenguas y Literatura Modernas.
También pertenece a diferentes Asociaciones americanas y españolas como la
Modern Language Association of America, Northeast Modern Language Association,
Asociación Internacional de Hispanistas, y la Asociación de Licenciados y
Doctores Españoles en los Estados Unidos, entre otras”. José Luis Jiménez
recalcó que “cuando Mercedes vuelve a Jerez, que lo hace varias veces al año, a
su casa, justo enfrente de la sede de la Academia, le cuesta cada vez más hacer
las maletas para incorporarse a sus obligaciones como docente en la Universidad
de Villanova, que aunque nos pueda sonar a algún lugar del norte de España está
a muchos kilómetros de aquí, en Pennsylvania, Estados Unidos. En Jerez encuentra
esa tranquilidad y armonía que le predispone para sus lecturas y trabajos de
investigación y, quién sabe, la añoranza y el recuerdo de sus raíces y familia,
parte de ella aquí presentes”.
Mercedes Juliá de Agar supo molturar un texto reivindicativo, dulcemente
apologético de la repercusión de Zenobia en el quehacer literario de Juan Ramón
Jiménez (de alguna forma constituyó su diapasón psicológico, su fuerza motriz y
su horizontalidad anímica). “Quiso ser útil a su esposo, de modo que a él se
entregó en cuerpo y alma, mecanografiando sus manuscritos, gestionando con las
editoriales, planificando económicamente el bienestar de la pareja”, indicó
Juliá de Agar. “Juan Ramón –subrayó- encontraría en ella a la mujer ideal. No
obstante el poeta ya para entonces había confirmado que el ideal existe. Cuando
le concedieron el Premio Nobel, no dudó en confesar que en realidad lo había
ganado su esposa Zenobia.
Que se lo debía a ella”.